Nimic
★★★☆☆
Título en España
Nimic
Dirección
Yorgos Lanthimos
Reparto
Matt Dillon
Daphne Patakia
Susan Elle
Año
2019
Duración
12min
Género
Misterio
Drama
Tras el éxito de La Favorita, el director griego Yorgos Lanthimos regresa para dirigir a Matt Dillon en un inquietante trabajo de apenas doce minutos. En él, su protagonista se enfrentará a uno de los grandes temores que persigue a todo ser humano en algún momento de su existencia. Experimentarlo es solo cuestión de tiempo.
Yorgos Lanthimos (Atenas, 1973) es, sin duda, uno de los talentos cinematográficos más fascinantes e idiosincráticos de la última década. En Nimic, basada en una intrigante idea inicial de David Kolbusz, Director Creativo Ejecutivo de la agencia Droga5 de Londres, gran parte de los elementos característicos de la obra del autor griego vuelven a estar presentes. Desde los sutiles, pero, en retrospectiva, sugerentes créditos iniciales, el cortometraje desprende un aura intimidatoria, la sensación omnipresente en la filmografía del director de que algo, y no precisamente bueno, va a ocurrir.
También encontramos en Nimic pinceladas de surrealismo y humor extravagante, lentos zooms —a los que Kubrick, del que Lanthimos es discípulo, calificó “de terror”— y lentes ojo de pez, recursos marca de la casa del director. Aquí, todos se alimentan de un impávido Matt Dillon encarnando a un padre de familia y chelista profesional trabajando para la Orquesta Iberoamericana en la Ciudad de México. Mientras viaja en el metro después de un ensayo, nuestro protagonista tendrá un extraño encuentro con otro pasajero. A partir de este instante, nada será igual.
Para este nuevo trabajo, Lanthimos recurre a algunos de sus colaboradores habituales. Al igual que en la mayoría de sus anteriores obras, el desarrollo del guion corre a cargo de su fiel escribano Efthimis Filippou. En el apartado musical, las dos piezas principales corresponden a trabajos ya publicados por dos de los compositores de cabecera del griego como son Benjamin Britten y el pionero artista experimental Luc Ferrari, otro maestro utilizando objetos mundanos para crear atmósferas inquietantes.
Lo enigmático que no se desvelará hasta más tarde es el tercer vértice del triángulo narrativo de Lanthimos. El director es proclive a jugar con los títulos y distintivos pósters de sus filmes para esparcir pistas sobre su temática o significado. En Canino (Dogtooth, 2009), la importancia de este diente, cuyo nombre da título a la película, es revelada en un punto concreto para estupor de la audiencia; en Langosta (The Lobster, 2015), el título coincide con el animal escogido por el personaje de Colin Farrell, encajando satisfactoriamente con la trama de la película; finalmente, en La Favorita (The Favourite, 2018), donde el guion gira en torno a la lucha por ganar el favor de la reina Ana Estuardo de Inglaterra, el argumento es todavía más obvio si cabe tras un vistazo al póster promocional.
En Nimic, el desarrollo del argumento y la posibilidad de recabar más información quedan en el aire para posible frustración de la audiencia
︎
A este respecto, Nimic se aproxima más a la perturbadora El Sacrificio de un Ciervo Sagrado (The Killing of a Sacred Deer, 2017), donde Lanthimos obliga al espectador a recurrir a un trabajo de investigación a posteriori para conectar el mitológico título con el trasfondo de venganza sobrenatural del guion. Es cierto que en Sacred Deer la razón por la que ocurre lo que ocurre también es finalmente regurgitada por el personaje interpretado por Barry Keoghan. Ya sea por las constricciones de tiempo del formato de cortometraje o por una decisión deliberada, en Nimic esto no sucede, quedando en el aire la posibilidad de recabar más información e involucrarse de pleno para posible frustración de una parte de la audiencia.
Una búsqueda digital desvela que nimic, en rumano, significa nada. Los créditos del corto, a su vez, que el usurpador personaje interpretado por la actriz Daphne Patakia se llama Mimic. Reemplazando la letra n por una m, Mimic (mimo/imitar en inglés) se convierte en Nimic. Quizás, a su particular manera, Lanthimos esté jugando con la antigua leyenda germana del doppelgänger (el doble andante)—aquel ser que se asemeja a nosotros, habla como nosotros, nos imita y acaba ocupando nuestro lugar sin que nadie, ni siquiera los más allegados, se percaten de ello. Nimic es, en definitiva, un relato sobre el paralizante terror a ser reemplazado y, finalmente, olvidado.
En su premiere en el Festival de Locarno, Yorgos Lanthimos citaba que se mostraba contento por la oportunidad de trabajar en un formato más corto, el cual plantea retos pero a la vez puede resultar gratificante. Aunque agradecidos por este pequeño anticipo, esperamos impacientes a un Lanthimos con más espacio para desarrollar su especial forma de contar historias. Experimentarlo es solo cuestión de tiempo. (FIN)
︎ Alberto Serna
©Monolito
MMXXIV